Cómo Bold aplica principios de UX en el entorno industrial

Superar los retos de usabilidad en el software industrial requiere aplicar principios de diseño claros y consistentes que reduzcan fricciones y faciliten la adopción. En Bold, como plataforma MOM (Manufacturing Operations Management), estos principios se han adaptado al contexto de la fábrica con ejemplos como estos:

1. Onboarding progresivo

Uno de los mayores obstáculos en la digitalización industrial es la resistencia inicial. Para mitigarlo, Bold ofrece un onboarding progresivo, donde el usuario empieza con las funciones esenciales y descubre las avanzadas de forma gradual.

• Un operario puede comenzar registrando órdenes o consumos sin tener que aprender toda la lógica del sistema.
• Más adelante, cuando ya se siente cómodo, se introducen funciones como la secuenciación avanzada o el análisis de costes.

Este enfoque reduce la curva de aprendizaje que caracteriza a muchos ERP y MES tradicionales, donde el usuario se enfrenta de golpe a todas las funcionalidades.

2. Consistencia visual y semántica

La experiencia de usuario se rompe cuando cada módulo parece pertenecer a un software diferente. En Bold, todos los módulos —producción, almacén, planificación mantenimiento y calidad— mantienen una coherencia visual y un lenguaje común.

• Los botones siguen el mismo patrón de color y posición.
• Las acciones se nombran de forma consistente (por ejemplo, “lanzar orden” siempre significa lo mismo en cualquier módulo).

Esta consistencia reduce la carga cognitiva: cuando un usuario aprende a usar una función en un área, sabe instintivamente cómo actuar en otra.

La coherencia también se traslada a la visualización de datos mediante técnicas de diseño de información que facilitan la lectura en entornos industriales:

• Jerarquía visual clara: los elementos críticos (retrasos, incidencias) se destacan con colores y tamaños distintos.
• Microinteracciones útiles: tooltips y pop-ups muestran más detalle solo cuando el usuario lo solicita.
• Uso responsable del color: el color refuerza la información, pero nunca es la única señal (por ejemplo, además de rojo, se muestran iconos de alerta).

Este enfoque minimiza errores de interpretación, especialmente en entornos con ruido, pantallas táctiles o trabajadores con experiencia digital limitada.

3. Reducción de fricción en procesos clave

En la fábrica, cada clic extra es tiempo perdido y aumenta el riesgo de error. Por eso Bold se centra en simplificar procesos:

• Lanzar una orden de fabricación desde una petición puede hacerse en un solo clic.
• Registrar consumos o incidencias se hace en pantallas optimizadas para el contexto de planta, sin pasos innecesarios.
• Los formularios largos se dividen en pequeños pasos guiados, lo que reduce la frustración.

Mientras que otros software B2B buscan principalmente acelerar la adopción comercial, en el sector industrial la UX es una condición de supervivencia del sistema. Si los operarios no registran datos porque la interfaz les resulta incómoda, la fábrica pierde visibilidad y el proyecto fracasa.

La apuesta de Bold por una UX sencilla, coherente y progresiva asegura que incluso equipos con poca experiencia digital puedan trabajar con la plataforma desde el primer día, construyendo confianza y logrando un cambio cultural real en la gestión de la fábrica.

Diseñar para perfiles distintos: del operario al gerente

Otro de los mayores retos de la UX industrial es que un mismo sistema debe servir a usuarios con funciones y expectativas muy diferentes. En el caso del software para fábricas, esta diversidad se acentúa: un operario de línea, un encargado de turno y un gerente de operaciones no comparten objetivos, pero todos necesitan información fiable para tomar decisiones.

En Bold, la experiencia de usuario se ha diseñado de forma específica para cada perfil:

1. Operarios: simplicidad y claridad en planta

Los operarios son quienes más interactúan con el sistema. Su prioridad no es analizar métricas, sino ejecutar tareas y registrar datos sin fricciones.

• Modo trabajo táctil: pantallas con botones grandes y claros, optimizadas para tablets y terminales industriales.
• Instrucciones paso a paso: cada operación se acompaña de indicaciones visuales y breves, que reducen errores y dependencia de supervisores.
• Registro rápido de consumos e incidencias: una tarea que en otros sistemas requiere 6-7 clics, en Bold se completa en 1 o 2 pasos.

Aquí la UX no es estética: es la diferencia entre que los datos se registren correctamente o se pierdan por falta de tiempo o interés.

2. Encargados de turno: visibilidad y control

Los encargados necesitan una visión intermedia: más amplia que la del operario, pero sin la complejidad analítica del gerente. Para ellos, Bold ofrece:

• Dashboards en tiempo real con el estado de cada estación de trabajo.
• Alertas visuales de incidencias y retrasos.
• Gestión integrada de recursos humanos y materiales, sin tener que consultar varias aplicaciones.

Su objetivo es mantener la fábrica funcionando sin interrupciones, y la interfaz debe permitirlo en segundos.

3. Directivos y gerentes: visión estratégica

Los responsables de operaciones o dirección necesitan indicadores agregados sobre productividad, costes y plazos.

• Dashboards estratégicos con métricas clave de negocio.
• Informes dinámicos, personalizables sin soporte técnico.
• Análisis cruzado: relacionar retrasos, stock y eficiencia operativa.

Aquí la UX busca equilibrio: ofrecer profundidad sin complejidad innecesaria.

Al adaptar la interfaz a cada uno de estos perfiles, Bold asegura que la plataforma no sea solo un sistema de gestión, sino una herramienta realmente utilizada y valorada por todos los niveles de la organización.

Diseñar para perfiles distintos no es opcional, sino una necesidad crítica en el software industrial. La usabilidad debe reflejar las diferencias entre usuarios para que cada uno encuentre exactamente lo que necesita, sin ruido ni pasos redundantes.

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📘 En el próximo artículo: veremos cómo una buena UX impulsa la adopción, mejora la eficiencia y multiplica el retorno de la digitalización industrial, además de comentar algunas de las tendencias que marcarán el futuro del software de fábrica.